La más difícil, complicada y artística de todas las intervenciones de cirugía del rostro, es la cirugía de la nariz. La rinoplastia es el procedimiento quirúrgico que se realiza para enmendar las imperfecciones de la nariz, modificando las estructuras óseas y cartilaginosas nasales para armonizar el rostro y mejorar su aspecto, sea para remoldar la punta, mejorar un ángulo, reducir su ancho, entre otros. También tiene como finalidad corregir desviaciones de tabique y mejorar los problemas respiratorios. En estos casos el procedimiento se denomina septoplastia, al unirse la intervención estética, el conjunto se llama rinoseptoplastia, atendiendo la correcta funcionalidad nasal y la parte estética.
El especialista que puede indicar una rinoseptoplastia es el otorrinolaringólogo, éste debe realizar una endoscopia endonasal a través de un equipo médico para observar y analizar las deformidades de la nariz del paciente. Puede efectuar otras exploraciones complementarias como una resonancia magnética de senos paranasales y una rinomanometría. En la resonancia magnética de senos paranasales se evalúa las causas de la obstrucción de los senos, posición del tabique nasal y tamaño de cornetes. La rinomanometría mide la presión de entrada de aire en la nariz, para evaluar cuanto esfuerzo se requiere para inhalar y exhalar.
Otras razones para realizar esta operación son la hipertrofia de cornetes o tumores nasales. Comúnmente, los pacientes consultan al especialista porque tienen una mala calidad de sueño debido a una respiración deficiente o bajo rendimiento deportivo, por una obstrucción nasal. Se recomienda que esta intervención se realice en pacientes mayores a 16 años porque es cuando la nariz ha finalizado su desarrollo, si sólo se decide realizar la cirugía funcional se puede hacer a cualquier edad.
Al diagnosticar la deformación funcional o estética, el cirujano evaluará las condiciones psicológicas del paciente y que éste sea físicamente apto para someterse a una rinoseptoplastia.
Una preocupación importante en todos los pacientes es como va a quedar la nariz luego de la intervención ya que la mayoría de las personas que tienen un problema funcional también requerirán una modificación estética. No es el especialista quien indica la cirugía estética, es el paciente quien expone al profesional su deseo de someterse a un cambio estético. Al decidir el conjunto de intervenciones el especialista presenta en un software el rostro con las imperfecciones de la nariz y proyecta las reparaciones que se ejecutarán.
La rinoseptoplastia es una intervención sumamente delicada en la cual se endereza el tabique nasal utilizando injertos a los lados del tabique como especie de entablado o eliminando protuberancias óseas. Esta operación suele tener una duración aproximada de una a tres horas que dependerá de que tan complejo sea el caso, se realiza usualmente aplicando anestesia general para evitar posibles complicaciones.
El procedimiento quirúrgico se realiza con incisiones endonasales aunque en algunas ocasiones se puede realizar una pequeña incisión externa o también llamada rinoseptoplastia abierta. En la mayoría de los casos el hueso debe ser fracturado para lograr la corrección de la desviación del tabique.
En algunos pacientes con varias deformidades en la nariz no siempre se puede mejorar todo en una sola intervención, algunos pueden requerir, luego de unos meses, una segunda operación para mejorar el resultado. También se puede ameritar una segunda operación en los casos que ocurran efectos secundarios no deseados tales como permanencia de la obstrucción, cicatrización inapropiada, perforación del tabique, deformidad nasal o un nuevo defecto estético.
Los factores de riesgo son bajos, generalmente, los riesgos vitales asociados a la anestesia general son los propios de cualquier cirugía mayor y dependerá de las condiciones físicas del paciente, edad y enfermedades preexistentes. Puede ocurrir hemorragia nasal postoperatoria, riesgo de infecciones, hematomas en el área nasal, facial y alrededor de las órbitas oculares.
Esta cirugía es indolora, puede que el especialista recete algún analgésico simple en caso de dolor leve. La mayoría de los pacientes se van a su domicilio al día siguiente de la intervención, la nariz se tapona completamente con material absorbente entre uno y cinco días y se coloca una férula nasal que es retirada a la semana de la operación. Las indicaciones postoperatorias son reposo durante los primeros días, no realizar actividades deportivas ni movimientos que puedan perjudicar el desarrollo de la recuperación.
El resultado final de la rinoseptoplastia se puede observar luego transcurridos seis meses de la operación, en este tiempo la inflamación ha cedido satisfactoriamente.
Comments